Comentario de texto : Tolstoi
Estamos ante un texto histórico-literario. Se trata de una carta escrita por León Tolstoi en 1902. El autor escribe este texto con la finalidad de criticar y mostrar su desacuerdo con el modo de gobierno vigente en la época, por lo tanto podemos clasificarlo como un texto político. Es un documento confidencial dirigido a Nicolás II, el último zar de Rusia, que gobernó desde la muerte de su padre, el 20 de octubre de 1894, hasta su abdicación el 2 de marzo de 1917 (de acuerdo al calendario juliano), y siguió la política autocrática de su antecesor, aunque nunca mostró mucho interés ni aptitudes para la tarea de gobierno.
León Tolstoi fue un novelista ruso, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura mundial. Fue el hijo de una conocida familia de la antigua nobleza rusa. Sus padres fallecieron cuando él era muy pequeño y junto con sus hermanos quedaron a la tutela de sus tías. En 1844 comenzó a estudiar Derecho y Lenguas Orientales en la Universidad de Kazán, pero abandonó sus estudios en 1847. En el año 1851 se incorporó al ejército. En 1862, se casó con una mujer de una culta familia de Moscú. Durante los siguientes quince años tuvo quince hijos. Escribió sus dos novelas principales, Guerra y Paz y Ana Karenina. Alrededor de 1877 se convirtió al cristianismo y en 1901 fue excomulgado de la iglesia ortodoxa. Con 82 años se marchó de casa a escondidas en medio de la noche. Tres días más tarde, cayó enfermo de neumonía y murió el 20 de noviembre de 1910.
El autor pretende con este texto criticar la forma de gobierno de la época y la forma que tiene el Estado de transmitir esta ideología a todo el pueblo, mediante una cruel política basada en el miedo y la presión militar. Explica cómo Rusia ha caído en un declive y que se encuentra en uno de sus peores momentos en los últimos años; y lo justifica con las innumerables matanzas, persecuciones y medidas como la censura.
La carta fue escrita en 1902, justo antes de producirse la Revolución Rusa. El descontento social de todas las clases era evidente. El 9 de enero (calendario juliano), día conocido como «Domingo Sangriento», hubo una marcha pacífica de protesta de obreros en San Petersburgo. El objetivo de la marcha era entregar al zar una petición de mejoras laborales. La respuesta a este suceso fue una violenta represión que se saldó con más de mil manifestantes muertos. Tras este suceso, y sumando la crisis económica de 1902-1903 y la derrota ante Japón de 1904 se produjeron huelgas y sublevaciones por toda Rusia, creándose los primeros soviets de representantes de obreros, donde destacaron mencheviques y bolcheviques. El gobierno ruso se vio impotente para frenar la oleada de protestas, por lo que Nicolás II decidió ceder en algunas cuestiones introduciendo una serie de reformas, contenidas en el conocido como Manifiesto de Octubre
En el texto, Tolstoi expone su contrariedad a la manera que tenía el gobierno de imponer sus ideas. Comienza el texto familiarizándose con el zar, se dirige a él como su hermano para aportar cierta cercanía, buscando con esto que la carta se asemeje a un consejo que bien puede estar dado por un familiar para corregir algún fallo. Continúa su alegato exponiendo las razones que le llevan a escribir ese mensaje. La Rusia de la época estaba sometida a un continuo miedo a las represalias tomadas por el gobierno hacia cualquier acto de contrariedad al sistema. Plantea una Rusia sumida en la miseria. Describe la situación mediante apuntes sobre la vigilancia policiaca; alusión a las prisiones, que se encuentra a tope por la gran cantidad de criminales, políticos e incluso obreros que se hallan en ellas; la censura de libros y periódicos que no apoyan al régimen político; las persecuciones religiosas y las consecuencias de las mismas y los choques, las matanzas y la concentración de tropas armadas en las ciudades. Además, a pesar del aumento de presupuesto, los gastos del Estado crecían progresivamente, dando fruto al empobrecimiento de toda la comunidad y por consiguiente al descontento social, la hostilidad hacia el gobierno y el rechazo hacia el mismo.
“La autocracia es una forma de gobierno que ha muerto” dice el autor hacia el final del documento. La autocracia es un régimen político en el que una sola persona gobierna sin someterse a ningún tipo de limitación y con la facultad de promulgar y modificar leyes a su voluntad. Tolstoi defiende que tras el constante crecimiento de Rusia, este sistema no cumple las necesidades del país. Explica la posibilidad de que en algún pueblo de África, poco desenvuelto, este sistema pudiera ser útil, pero en una gran potencia como era Rusia, no cumplía las expectativas que la sociedad requería y no la hacía prosperar.
Por último, afirma con cierta ironía y disconformidad que todas estas iniciativas son necesarias para mantener la autocracia impuesta para que el zar contara con un poder ilimitado, a pesar de someter a toda la población a una vida inmersa en la crueldad y la perversión.
En nuestra opinión, coincidimos en que este sistema de gobierno opresor era injusto y abusivo. Estas ideologías primitivas basadas en el poder, el dominio y la autoridad son las causantes de problemas posteriores como la propia 2ª Guerra Mundial al mando de Hitler en Alemania. Las desigualdades sociales, la violencia y la vulneración de los derechos eran las principales bases ideológicas de este régimen, y todo ser humano nace con unos derechos y nadie tendría que tener la posibilidad de quebrantar. A pesar de estar de acuerdo en ciertas cosas, contradecimos la frase sobre que la autocracia “tal vez responda aún a las necesidades de algunos pueblos del África central”, pues todos los humanos somos iguales, y si un sistema no te gusta para un lugar, tampoco tendría que gustarte para otro. Es como decir que la dictadura de Franco no estuvo bien, pero seguir apoyando algunas de sus medidas. En conclusión, la autocracia es un sistema político tóxico que no debería de haberse impuesto en ningún lugar del mundo, independientemente de que el país estuviera o esté mas o menos desarrollo. Además las medidas violentas y la difusión del miedo sobre una comunidad, como bien nos ha enseñado la historia, vienen dadas por la perturbación de un individuo y como consecuencia se ha incrementado el racismo, la homofobia o cualquier movimiento de odio hacia un grupo, y lo único que generan estas conductas son conflictos.
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